Los astronautas Butch Wilmore y Suni Williams, que llegaron a la Estación Espacial Internacional (EEI) el 5 de junio de 2023 en una misión de prueba a bordo de la nave Starliner de Boeing, podrían permanecer en el espacio hasta 2025. La misión, inicialmente planificada para durar ocho días, se ha convertido en una odisea debido a problemas técnicos, incluyendo fugas de helio y fallos en los propulsores de la nave. Aunque la NASA asegura que los astronautas están seguros y no hay peligro inminente, no se ha fijado una fecha de regreso.
La misión debía regresar el 14 de junio de 2023, pero el regreso se ha retrasado debido a las mencionadas fugas de helio, lo que ha generado especulaciones y teorías conspirativas. La NASA y Boeing han subrayado que la Starliner está en buenas condiciones y que la misión sigue siendo considerada un vuelo de prueba. Se están realizando verificaciones adicionales en los sistemas de la nave, incluidas pruebas en los calentadores y el software, para garantizar un regreso seguro.
Boeing, por su parte, ha expresado su frustración ante los comentarios negativos sobre la misión en los medios, subrayando que la tripulación no está varada ni en peligro. La extensión de la misión ha permitido obtener valiosos datos sobre cómo es una misión de larga duración en la EEI. Si la misión CFT es exitosa, Boeing se convertirá en el segundo proveedor de vuelos tripulados a la EEI, junto con SpaceX.